Para uso interno por el estilo de hablar del Padre. El Padre narra el evangelio del día a su estilo. El Señor sabe ser comprensivo, y tiene visión para adaptarse a la gente. Inflexible con los principios, pero flexible con las personas. El Señor en su enseñanza se adapta a nuestra psicología, edad, cultura, condición. Lo vemos en las charlas que estamos dando para que aprendamos a hacer oración. Nos lleva de la mano y cosas que nos parecen desagradables, es para que veamos el amor puro y fino. Hay cosas que no comprendemos como las arideces en la oración, etc. Ayer decíamos que los fervores de los que empiezan a hacer oración son extraordinariamente rudimentarios y nada tienen que ver con la contemplación. Los santos tuvieron en la oración de los comienzos cuando encontraron la llamada de Dios. Sin esos fervores tan bonitos, nunca nos hubiéramos determinado a seguirle. Quitad de vuestra cabeza la idea de que ese amar a Dios se consigue apretando un interruptor. Es más bien el resultado de una briega laboriosa a lo largo de toda la via.