El Padre hace un comentario de las tres virtudes teologales, centrándose especialmente en la esperanza, antes de empezar a leer sus folias. La virtud de la esperanza tiene una gran importancia. Está relacionada a la confianza en Dios. Es la virtud de la alegría. Empieza a leer en las páginas 255-258 de la edición de 1984 de "La fiesta de Dios..." Nuestra vida es una larga espera. "Estamos en el día..." La nostalgia y el ansia de Dios. "La ausencia del Amado..." La vida del cristiano es una tensión, una espera con mayúscula. Si a alguien le importa un pito que venga una persona, entonces no hay amor. Juventud y esperanza. Los viejos siempre se pasan mirando al pasado. Menciona que Lope le ha dicho que es una meditación importante. Aquí termina el Padre la lectura. Pero luego sigue hablando en la distancia. La virtud de la esperanza nos es dada en el bautismo. Los sacramentos tienen más importancia de lo que parece. Sacramentos de muertos y de vivos. Los efectos de una buena confesión. Peligros de recibir la comunión con rutina.