Para uso interno por el estilo de hablar del Padre. Acaba de dar una charla a los niños y ahora a los mayores. Solo habla al final de la Inmaculada, pero la meditación es sobre el amor de Dios. Explica el Padre cómo predicar a los niños. El Señor ilumina al Padre para hablar a los niños de la oración y se lo pasen encantados. El secreto para hablar en el lenguaje de la gente es querer a la gente. El amor es salir de nosotros mismos. El Padre se ha reído de las técnicas pedagógicas. La psicología infantil es un mundo. Hay que estar con ellos porque hay que llevar a los niños a Dios y porque tenemos que hacernos niños. El Padre comenta el inicio del capítulo 13 de San Juan: "Los amó hasta el fin..." Es una ley: nos hacemos más viejos, amamos más y nos queremos hacer como niños. El Padre habla de sus versos y de la poesía de San Juan de la Cruz como pura paja. El lenguaje humano no puede expresar realidades inexpresables. San Juan de la Cruz estropea sus poesías cuando las comenta. El Padre comenta el lavatorio de pies. Dialéctica del amor. Nunca terminamos de creer: Mi amado es para mí y yo soy para mi amado. No creemos que Dios nos pertenece. El Padre le decía al Señor: si nuestro amor es un fracaso, el hecho de que sea por mi culpa, sería irrelevante. Su manera de amarnos no la terminamos de entender. Ausencias y nostalgias en la relación con el Señor. El diálogo en la oración es una transfusión de vidas. "Son tus dichos de amores, como la alfombra..." La frase, "ven a mi lado y dilos" es muy bonita. "No tendrás parte conmigo". No podía ser de otra manera. Dios se abaja a nuestro nivel. A partir de aquí empieza a hablar de la Inmaculada y la pureza de esta mujer, la llena de gracia.