Lope lee las folias de Zaqueo y el Padre comenta en las páginas 54-56 de la edición de 1987. Lectura para los niños. Conocimiento del Señor muy superficial de algunos cristianos. Zaqueo no se fiaba mucho de lo que le habían comentado del Señor. Lo que nos digan del Señor es muy poco comparado con la realidad. El Padre habla del Castillo de Aledo. El Padre habla de los brutos que son en Aledo. El Padre se explaya en explicar lo que es un cerrajón. Zaqueo era pequeñito. Hacía por ver a Jesús. Conocer a una persona sin haberla tratado, ya es difícil. El Padre habla de la bola de cristal. Para conocer al Señor hacen falta dos cosas: ser bueno, y un sagrario donde uno pueda encontrar al Señor. Hay que tener confianza con el Señor. Cuenta la historia de un niño que se dirigía al Señor con "usted". Habla de su amistad con la familia "El Pozo" de Totana de los embutidos. El Padre recuerda su infancia cuando no conocía al Señor. Se aburría en la misa y se ponía cerca de la puerta. Le importaba sus amigos. Su conocimiento era muy vago. Pero un día tuvo un encuentro fundamental con el Señor. Conocimiento de primera mano del Señor. Habla de la pequeña estatura moral. El Padre habla del cuento de "Marcelino Pan y vino" y de Tiberio. Habla de Zaqueo, señor respetable, subido a un árbol. Quería a toda costa ver a Jesús. Referencia a la meditación de la mañana. El Señor elige sus amistades: no le gustan los gandules. Termina hablando del buen grupo de niños de Burgos.