El Padre continúa la lectura y comentario de las folias del Cantar en las páginas 108-110 de la edición correspondiente a 1984. "En el fondo se trata siempre de lo mismo..." 1 Jn 2: 4. "Si decimos que poseemos el Espíritu, andemos según el Espíritu". "El beso de amor es bello..." La belleza del beso viene de ser la expresión de una entrega que se está realizando en ese momento. Es una epifanía del amor. Si no hay tal amor o entrega, es una hipocresía. Tenemos un medidor maravilloso para saber dónde está la verdadera mística. Gal 6: 14. Una de esas maneras es la obediencia a los que ejercen la función magisterial. Aunque sea verdad que se poseen algunos carismas, no es esto garantía de la presencia del Espíritu. La misma historia de la Iglesia nos demuestra esto. Y la misma realidad del demonio. Donde hay humildad verdadera, ahí está Dios. Donde hay obediencia sobrenatural, no táctica, ahí está el Espíritu. La caridad verdadera es un signo del Espíritu. Lo malo es que el amor verdadero, puro, desinteresado, es muy raro. Donde está la pureza de corazón, ahí está el Espíritu. La pureza verdadera es un don de Dios. El amor a la cruz es otra señal del Espíritu. Estas señales no fallan. Crítica a los carismáticos. ¡Cuántos casos de gente con la presencia de Dios he visto yo en mi vida de confesionario! O en los críos que se ve a Dios y no han aprendido a mentir. El modo de hacer la oración de los niños y el nuestro. Dios escucha la oración de los niños con infinito respeto. Dios anda entre los pucheros, pero no como dicen los carismáticos. "La vida mística es, al mismo tiempo, más fácil y más difícil..." El beso es belleza en una identificación trascendental entre belleza, bondad. El Padre gasta unas bromas sobre hablar en francés. Aquí termina la lectura. El Padre sigue hablando de la diferencia entre la Poesía Mística y la poesía profana humana. El Padre habla que tienen la belleza de la forma las dos, pero el contenido de la una es una parte y el de la otra es el todo. Luego el Padre habla de que, aunque se le gasten bromas a Marín, sin embargo, hay que respetar a Marín porque es muy inteligente, ha estudiado mucho, y ha sacrificado su carrera para estudiar filosofía para poder explicaros filosofía a vosotros. Y esto merece todo nuestro respeto. Lo dice ahora porque Marín no está presente. Una de las cosas que más admira de Marín, no es tanto su buen gusto, cuanto el haber dejado su carrera para sacrificarse por vosotros. Marín me quiere muchísimo y es una persona con quien se puede hablar. Con otros no se puede, porque su círculo cultural es muy pequeño.