El Padre sigue comentando las folias del Cantar en las páginas 81-82 de la edición de 1984. El Padre hace dos precisiones a lo comentado en la meditación de la mañana. La primera, todo lo que sea hablar de vida mística supone el intento serio de llevar a nuestra vida la del Señor. Toda otra cosa sería utopia e incluso diabolismo. El amor a la cruz, la pureza de cuerpo y corazón, el espíritu de humildad y obediencia, etc. Sin esto, toda via mística no sería vida mística. No lo olvidemos nunca. Cuando comentamos el Cantar de los Cantares es porque supones que quién más o menos está en este modo. Y otra salvedad, la que dijimos ayer: nuestra relación de amor con Dios tiene que hacerse a la manera humana, con nuestro corazón. O amamos así, o no amamos. El amor humano tiene una cierta forma de expresarse, el beso, la unión íntima de amor de los esposos, y todas estas cosas, purificadas, se encuentran en el amor divino humano. Y a propósito del lenguaje atrevido que utiliza el Autor Sagrado, el Padre sigue leyendo su escrito del Cantar de los Cantares. "De hecho, no podemos conocer el amor Divino y aun ni siquiera hablar de él, si no es pasando por el amor humano... " "...la Esposa desea sentir que Dios está enamorado de ella..." "Béseme con besos de su boca..." "Lo único que tiene de malo el amor humano es su deficiencia..." Pero es lo mejor que tenemos para comprender el amor total. Por eso el Cantar emplea el lenguaje del amor humano. "La esposa está convencida de que el Amor está enamorado de ella... " Esto es profundo. La esposa está convencida de que el Amor está enamorado de ella y por eso le dice que la bese con ese desparpajo. Ahora bien, este convencimiento supone a su vez que el Esposo le ha dado ya suficientes muestras de su amor. Esto no se puede leer deprisa. Es profundo. No es literatura barata. "Además no puede tratarse de mera noticia..." Tiene que haber experimentado las caricias de amor del Esposo. Un amor que no se haya expresado es inconcebible. El amor tiene que haberse expresado. "El Espíritu Santo... es el Osculum suavísimo que ambos, el Padre y el Hijo, se dan mutuamente". El amor por esencia es expresivo. Y no puede consistir en mera noticia.