Hay dos homilías aquí. La primera homilía es apta para el público. La segunda no es apta. La primera homilía es sobre: El papel del Espíritu Santo. Nuestro mundo es el mundo de los pactos, el pacto con el diablo. Cuando el Padre ve acontecimientos de nuestro mundo y de nuestra patria, al Padre se le ponen los pelos de punta. Mundo de mentiras y manipulaciones. Pero el Espíritu se manifestará a nosotros porque Cristo vive y nosotros también viviremos. Viviremos de la propia vida del Señor. Comunión de vidas entre el Padre y el Hijo. Debemos ir a la oración y pensar en estas cosas. Hay consubstancialidad de vidas entre el Padre y el Hijo y también entre el Hijo y nosotros a través del Espíritu. La manifestación de todo será en "aquel día", pero también tiene su anticipo ahora. Dios nos ha llamado a la oración contemplativa. Hablad en la oración de lo más importante, que es Dios. La segunda homilía es sobre el Dios esencialmente amor. El que no ama no conoce a Dios. El amor a Jesús aumenta en nuestra alma la esperanza y la que dará peso a nuestra vida. Y esto produce la alegría del corazón.