Bella homilía sobre el amor verdadero. El misterio más insondable es el del amor. Dios es Amor. Dentro de este misterio del cariño, hay una serie de dialécticas, por ejemplo, la de la unidad y la de la pluralidad. Siempre tienen que ser dos amantes. Y al mismo tiempo tiene que ser uno el amor que se tienen. Este algo que los une en el Amor de Dios es otra Persona. ¿Cómo es posible que entre el yo y el tu pueda interponerse un tercer yo, el cual une entrañablemente al yo y al tu? Lo que nos une a nosotros es el amor a Jesús. Ese amor es el Espíritu Santo. Lo que nos une a Jesús es el Espíritu Santo. En el seno de la Trinidad, el yo del Espíritu Santo es el resultado del Yo y el Tu que se aman mutuamente. El Amor hace de los dos amantes un Yo. Cuando la revelación dice que seamos un sólo corazón, está hablando de realidades. Dios es un sólo Dios, donde las Tres Personas se identifican en un Amor. Nosotros formamos una sola cosa con la Trinidad a través del Amor. Todo esto es un misterio en el cual bucear. Otra dialéctica está la de la muerte y la vida. No hay amor que sea perfecto si el amante no muere a sí mismo en la entrega total al amado. Jesucristo hablaba de esto al decir que el grano de trigo... o cuando éramos sarmientos unidos a la vid, etc. El que ama muere a sí mismo para darse al amado. La muerte aquí en la tierra por amor se manifiesta imperfectamente. La muerte por la no posesión perfecta del Amor. "Muero porque no muero..." La muerte es la expresión imperfecta de la muerte del amado en el amante... El Evangelio de hoy nos hablaba como el Señor eligió a algunos para ser sus apóstoles. Incluso eligió al que le iba a traicionar. Dios nos ama porque nos ama. Os va a tocar vivir en un mundo complicado. El testimonio de Jesús tendrá que ser auténtico. Imposible darlo si no estáis muy enamorados de Jesús. El amor es producto de Dios. Ayer le explicaba a alguno de vosotros porque Jesús le llama al Espíritu Santo el Espíritu de Verdad. ¿Por qué? Es el Amor de Dios, y al amor de Dios es consubstancial la Verdad, entonces es el Espíritu de Verdad. Al amor le es consubstancial la realidad de la Fidelidad. El "te quiero" debe ser sincero. La hipocresía es uno de los peores pecados. El cariño es lo único que nos va a hacer felices en este mundo.