Meditación
Meditación del 15 de noviembre de 1980
Charla ID:
1980.11.15.M
Título:
Comentario al Evangelio de la resurrección de la hija de Jairo
Duración:
0:38:29
Temas:
Palabras Clave:
Fecha Litúrgica:
Texto Bíblico:
Lc 8: 49-56
Comentario:
Para uso interno por el estilo de hablar del Padre. La muerte de un ser querido es siempre muy doloroso. Refleja este pasaje la lejanía nuestra con respecto a Jesús que ojalá que determinaran sentimientos dolorosos y nostalgia por su presencia. En el evangelio, la muchedumbre pasó de las lagrimas a las risas. A nosotros, ¿nos hace llorar el sufrimiento de lo que vemos alrededor nuestro y de nuestra patria? Los sentimientos humanos son epidérmicos. El Señor es el dominador de la muerte y del sufrimiento. Ante la presencia de Jesús los sufrimientos humanos se transforman en gloria. "Bienaventurados los que lloran" No hay razón para gritos y lamentos. El sufrimiento más intenso se convierte en gloria cuando es por Jesús y hasta la muerte misma es un sueño. Nuestro testimonio tiene que ser escandaloso, pero no hacer el payaso. Recuerdos de las reuniones del Padre con los sacerdotes y el P. Manuel Pereira. Y recuerda que en una estaban unos quince o veinte sacerdotes. Y el Padre y D. Silvestre decidieron terminar las reuniones rebatiendo a P. Manuel Pereira. Hay que tener dignidad y no hacer el payaso. Hay que usar la cabeza y no ser desobedientes. La Vida enfrentándose a una niña muerta. Este evangelio es todo un tratado de apostolado. Menciona a un niño que vino a confesarse con él. El apostolado no es escandaloso. El apostolado nuestro es de otro estilo. Comenta que el Papa Juan Pablo II hace un bien inmenso con tantos viajes, pero no es nuestro estilo. Menciona a Paulino. El Padre termina diciendo que no sabe hablar bien del Señor. Comenta que se va al Pedregal de vez en cuando y allí se pone a leer libros de lectura espiritual y le encanta las homilías de San Agustín.
Resumen:
Resumen
Comentario Técnico:
Buena calidad de sonido, aunque ruido externo propio del piso de Murcia