Para uso interno por el estilo de hablar del Padre. La confianza en el Señor por nuestra parte es limitada. Dios espera de nosotros una confianza total. A pesar de ser débiles, deberíamos esperar la santidad. Al Padre le preocupa mucho el apostolado. Debemos crecer en el amor a Dios y también en número. A pesar de las tentaciones, dificultades, y cómo está el mundo, deberíamos confiar plenamente en Dios. No os resignéis a creer que no se puede hacer más en el apostolado de lo que hacéis. Para hacer apostolado y traer gente al piso, sería necesario primero queriéndolos más y que vean ellos cuánto los queremos. Y que tuviéramos una conversación con ellos sincera. El apostolado de la confidencia. El Señor no es indiferente a nuestros sentimientos. Al ver a la mujer llorando, el Señor se conmovió. El Señor es indiferente a nuestra indiferencia. Cuando el Señor parece indiferente a nuestros sentimientos, lo es menos que nunca. La paciencia entre nosotros es más bonita que la santidad. El Padre termina hablando del buen clima que hay en nuestra Familia. Ve como crece el Señor en nosotros. Y esto le llena de confusión al Padre. Menciona a Lope. Ojalá tengáis a alguien algún día que supiera llevaros mejor que yo. Menciona a los de Madrid y de Burgos. Ojalá pudiéramos compartir este clima de amor a mucha gente. Reforzar el cariño a la Virgen. Y también al estudio.