Meditación
Meditación del 12 de octubre de 1979
Charla ID:
1979.10.12.M
Título:
El despiste: causas y solución
Duración:
0:37:22
Temas:
Palabras Clave:
Fecha Litúrgica:
Texto Bíblico:
Mc 8: 14-21
Comentario:
Somos dignos sucesores de los apóstoles en cuanto al despiste. El despiste es pereza mental. Hay que estudiar y conocer nuestro mundo y la gente que nos rodea. Hay que ejercitar el sentido de la responsabilidad. Sin madurez no hay hombría. Tenemos que hacer bien las cosas. Luego tener un sano sentido del realismo. El Padre ama profundamente la verdad. Sano sentido del realismo y de la filosofía tomista. Le llama la atención el que algunos de nosotros que somos buenos para la filosofía y luego somos unos despistados. Mucho ayuda los medios sobrenaturales: la presencia de Dios. Cuando nos dejamos llevar del despiste es porque no tenemos presencia de Dios. Y otro remedio de orden sobrenatural es el intento serio diario por hacer bien nuestra oración. No hay personas más conocedores de la realidad que los santos. El despiste es signo de una oración mal hecha. Los fariseos practicaban una religión muerta, vacía. Hoy debemos guardarnos de una religión decadente y de una sociedad decadente. Hoy día reclaman por los derechos de la mujer y la ordenación de la mujer, pero no quiere que se hable de la Virgen. Solo se habla del tópico de "Pueblo de Dios" con el tufillo que este modo de hablar lleva. La misma gente que le trae sin cuidado que se nieguen los dogmas, pero arma la guerra porque en Chile están oprimiendo los derechos humanos. En la Revista Times (Septiembre de 1979) hay un artículo muy bueno sobre la situación actual. El Padre lee parte de este artículo. "Expresamos nuestra decadencia en términos de libertad..." Los apóstoles no ven más allá de sus narices. Lo mismo sucede hoy. Algunos han propuesto hoy seminarios mixtos. El despiste no es exclusivo de la gente joven. La verdadera causa del despiste es la falta de santidad. La crisis de la Iglesia se debe a la falta de santidad. Si lo achacamos a otra cosa, somos unos majaderos. Tenemos el corazón embotado, que quiere decir lo mismo que embutido. 2 Cor "Os ensanchamos nuestro corazón..." Ayer hablando con Pedro Escribano le decía que si se hacía cura era para ensanchar su corazón a Dios. "Teniendo oídos, no oís". La limpieza de corazón nos permite Ver. Referencia a la charla de ayer. Necesitamos ver al Señor para que nuestro corazón se ensanche. Es posible que seamos nosotros los culpables de no oír al Señor. A la Samaritana, "ese soy yo, el que habla contigo". "Mis ovejas oyen mi voz..." en el cap. 10 de San Juan. Ver y oír al Señor, en el pasaje del ciego de nacimiento. Debemos barrer nuestro corazón. El Padre lee el pasaje del ciego de nacimiento en el evangelio de San Juan.
Resumen:
Resumen
Comentario Técnico:
Buena calidad de sonido