Las dos cuestiones importantes del evangelio de hoy, la Divinidad de Cristo y la Eucaristía. Hoy día también se cuestionan estas dos verdades. La negación de una lleva a la otra. Se niega sobre todo la realidad de la Presencia Eucarística. La ofensiva contra la Eucaristía se realiza desde dentro de la Iglesia, desde un doble frente: atacando el sentido del pecado y con ello la confesión. La absolución general. El forzar a la gente a que se confiesen cara a cara. Los sacerdotes diciendo que demoren la confesión. Y luego obligando a la gente a comulgar aunque se esté en pecado mortal. "Quien come el Pan y bebe el cáliz... será reo... come y bebe su propia condenación". La reducción de la Eucaristía a un mero acontecimiento natural. Misas estrafalarias que no siguen las normas de la Iglesia. Misas como las que criticaba D. Marcelo, el Cardenal Primado de Toleda. Crítica a los carismáticos. Estamos en presencia de otra nueva secta. No creer en la Eucaristía es no creer en Dios. Creer en la Eucaristía exige la de creer en el Amor. Muchos cristianos hoy día han dejado de creer en la Eucaristía. Sin embargo, en la Eucaristía está presente Cristo Jesús. "Mi Cuerpo es verdadera comida..." "Cuantas veces coméis de este pan..."