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Homilía

Homilía del 25 de diciembre de 1978

Charla ID:

1978.12.25.H

Título:

El motivo de la Encarnación por amor

Duración:

0:14:47

Temas:

Palabras Clave:

Fecha Litúrgica:

Navidad

Texto Bíblico:

Jn 1: 1-18

Comentario:

Muy agradable homilía sobre el misterio de la Navidad. Hay que ser sacerdote para darse cuenta de la deficiencia que hay para hablar de estos misterios, especialmente el de la Navidad. El Padre cuenta que celebraba de madrugada la misa de la aurora solito esa misma mañana. Lo mejor es ponerse delante de Dios para comprender que cuando no comprendemos este misterio estamos en camino de su comprensión. En su oración, le pedía luces para comprender este misterio. Dios quiso hacerse un hombre como nosotros para poder hacer realidad lo que se dice en el Cantar, de que desea morir de amor por la esposa. "Aparta de mi tu mirada..." La experiencia de la muerte por amor hablando a nuestro modo Dios no la hubiera tenido, hablando con nuestro lenguaje. El Padre explica su teoría del motivo de la Encarnación. Lo verdaderamente desgraciado para nosotros es no comprender estas cosas. El Padre comenta una película, "La mujer del Obispo", se trataba de un pastor protestante, se dedicaba a su mujer y celoso pastoralmente, pero la impresión era que quedaba reducido a un funcionario. Esto anda tan lejos de lo que tiene que ser un sacerdote o un cristiano cualquiera. Hay que chochear de amor por Dios, con amor delirante. Si Dios nos hiciera entender este Misterio comprenderíamos lo que es la Alegría infinita. Esta mañana en su oración recordaba que San José y la Virgen María tuvieron a Jesús en sus manos, así como sucedió a muchos santos. Pero nosotros lo podemos tener igual en la Eucaristía.

Resumen:

La Palabra (el Verbo) estaba con Dios desde el principio y a través de ella se creó todo. Esta Palabra era la luz verdadera que ilumina a todos los hombres, pero el mundo no la reconoció. Sin embargo, a quienes la recibieron les dio el poder de ser hijos de Dios. La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros, llena de gracia y verdad. El Padre reflexiona sobre la dificultad de hablar de los misterios divinos, especialmente del nacimiento de Jesús. Explica que Dios se hizo hombre para poder morir de amor por nosotros, algo que no podría hacer siendo solo Dios. También permitió que pudiéramos abrazarlo y mirarlo cara a cara con ojos humanos. El Padre contrasta esta realidad con una película que muestra una visión demasiado humana y mundana de un obispo. Enfatiza que los cristianos deberían estar tan enamorados de Dios que parezcan "locos de amor", reflejando el amor delirante que Dios nos tiene. Finalmente, compara la experiencia de tener al Niño Jesús en brazos, como María y José, con la experiencia de sostener la hostia consagrada en la misa. Concluye pidiendo al Espíritu Santo que nos ayude a comprender estas verdades profundas que son difíciles de expresar con palabras humanas.

Comentario Técnico:

Buena calidad de sonido

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