Meditación
Meditación del 15 de abril de 1978
Charla ID:
1978.04.15.M
Título:
La tristeza del Padre por la falta de nuestra entrega
Duración:
0:36:00
Temas:
Palabras Clave:
Fecha Litúrgica:
Texto Bíblico:
Jn 6: 60-70
Comentario:
Para uso interno por el estilo de hablar del Padre. El Padre comenta las últimas palabras del discurso del Pan Eucarístico, en el capítulo 6º. No pudieron comprender las palabras del Señor por la pequeñez del corazón humano. El Señor llama al hombre a su intimidad y el hombre no lo entiende. "¿Esto os escandaliza?" Son unas palabras muy tristes. Los mismos discípulos fueron los que murmuraban. Esto es muy triste. Estas incomprensiones de sus discípulos tuvieron que hacer sufrir mucho al Señor. Pensad en los sacerdotes, monjas, frailes, llamados a la santidad, y en nosotros, y en la situación de la Iglesia, donde se están pisoteando los misterios de la fe... Me imagino que todo esto saldrá en vuestra oración y lloraréis con Jesús por estas cosas. Los amigos se sienten sintonizados con sus amigos. Menciona a Blas. Los sentimientos tremendos del Señor deben pasar por nuestra alma en la oración. La murmuración de los discípulos expresa que no había sintonía entre Jesús y sus discípulos. He pensado mucho en cómo el Señor aguantó a Judas hasta el último minuto. También cómo San Francisco no expulsó a los que estaban en contra de él. Más bien dejó que lo expulsarán a él. El Señor pide de nosotros una victimación, no por el ordeno y mando. Menciona que ayer cuando se iba a Mazarrón muy apenado, le hicieron impresión unas palabras de Carmen, "No se caliente la cabeza, usted lo dará todo, pero la gente siempre se quedará con algo, la gente no lo da todo". Puede ser que tenga algo de razón. El camino es la propia entrega. Dios nos pide nuestra propia vida. Tenemos un corazón pequeño porque no confiamos en El. "Yo se de quien me he fiado". El Padre siente una pena cuando ve utilizar los trucos para no entregarse al Señor. Ejemplo: no me agrada cómo se está haciendo la dirección espiritual. Me da la impresión de que vais buscando a D. José para pegársela a D. Juan, y a D. Juan para pegársela a D. José, y a ellos, para pegármela a mi. Es una impresión que tengo. Estamos engañando al Señor. Caemos en engaños del demonio: "No puedo ser santo porque soy malo". Esta frase significa: "No puedo ser santo, porque no nos sale de las narices". ¡Tócate la patilla derecha! Y encima te crees que eres humilde. La Santidad es cuestión de dejar, no de adquirir. Necesitamos la gracias para quemar las naves, pero la gracia está ahí. Yo se de esto porque he dado más vueltas que nadie y me se todos los trucos. Pero siempre me he fiado del Señor. Mi confianza en el Señor es una necesidad metafísica. "¿Queréis iros vosotros también?" Me gusta la política de puertas abiertas que tiene el Señor. Comenta que vino uno de los nuestros a plantearle problemas graves. Y tras sentir una tristeza muy grande, le dijo: "¿Te vas o te quedas?" El Padre piensa que es lo mismo que dice el Señor en el evangelio de hoy, política de puertas abiertas. El amor no se consigue a la fuerza. ¡Que se vaya el que quiera marcharse! No dejan de ser consoladoras las palabras de San Pedro: "¿A dónde iríamos?". Comenta el Padre que en su oración de la tarde el Padre se quejaba al Señor de la obscuridad y de la tiniebla. Y el Señor le hacía ver que encontraría al Señor en la obscuridad. Hay que amar al Señor con la cruz. El Padre se pone positivo al final, y dice que está alegre. Dice que está muy cansado. Os pido que no hagáis trucos. Ser nobles y claros. No juguéis con la dirección espiritual.
Resumen:
Resumen
Comentario Técnico:
Regular calidad de sonido se escucha al Padre un poco lejano y bajo de volumen. Los primeros segundos se pueden quitar pues el Padre pide que se cierre una puerta. Después de la oración inicial, llega Juan Antonio, el Padre le pregunta de dónde viene, y le dice que escuche después la charla. No le deja entrar. Se oye ruido de la calle porque están las ventanas abiertas.